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Veinte países firman pacto para eliminar el carbón
16 Nov 2017
Redacción Medio Ambiente (Alemania)
Las voces en contra del uso del carbón llevan resonando por los pasillos de la 23 Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP 23) desde que empezó el pasado 6 de noviembre. Solo ayer, el jefe de la ONU, Antonio Guterres, dijo que un futuro en el que los combustibles fósiles estuvieran en la foto era “insostenible”. Los múltiples estudios que se lanzan cada día en la COP 23 también señalaron que, si el mundo quiere evitar un aumento de las temperaturas por encima de los 2ºC para el final de siglo, debe eliminar, lo más pronto posible, el uso de estos combustibles.
Este jueves, en el evento de organizado por la Presidencia de Canadá, se anunció la primera alianza global contra esta poderosa industria. Reino Unido, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Italia, Francia, Holanda, Portugal, Bélgica, Suiza, Nueva Zelanda, Etiopía, Chile, México y las Islas Marshall se unieron para eliminar de su producción energética al “Rey Carbón”. La fecha que se fijaron para hacer realidad esta ambición será 2030.
Catherine McKenna, ministra de Ambiente de Canadá, y Claire Perry, ministra de Cambio Climático e Industria del Reino Unido, hicieron el anuncio. Ambas recordaron que el 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de la quema que hacen los países de carbón y que por ello, es “una de las mayores fuentes de contaminación, y de problemas para la salud de las personas”.
Si bien la alianza no es legalmente vinculante, puede llegar a convertirse en una estrategia muy prometedora para cumplir con el Acuerdo de París. De acuerdo con las ministras, el próximo, en la Cumbre de Cambio Climático de Polonia, esperan poder anunciar que su alianza ya agrupó a50 países del globo, un tercio de los firmantes de los compromisos de París.
“La reducción del consumo mundial de carbón debe ser una prioridad urgente para todos los países, porque es la forma más contaminante de generar electricidad”, dijo Perry. Por su parte, McKenna recordó que “el carbón asfixia, literalmente, nuestras ciudades, y es responsable de la muerte prematura de un millón de personas anualmente, por eso pedimos a Estados, ciudades y regiones que se sumen a esta iniciativa”.
Ambas dignatarias recordaron que aquellos empleos que dejen de existir por la eliminación de esta industria, serán reemplazados por inversiones en tecnologías limpias y energías renovables. Aseguraron que la transición sería “justa” para los trabajadores y las comunidades que dependen de las minas de carbón.
Desde hace varios años, los países que lideran esta unión vienen trabajando para eliminar al carbón como fuente de energía. Reino Unido, por ejemplo, ya había anunciado su compromiso de eliminar este combustible fósil para el año 2025. De hecho, en el país que lideró la revolución industrial quedan apenas ocho plantas que queman este mineral.
La alianza le asesta un golpe de frente a Estados Unidos, que en esta COP se convirtió en algo así como un escudero de la industria de los combustibles fósiles. De hecho, el único evento oficial de ese país fue sobre el “prometedor” de los fósiles, y contó con invitados de compañías de ese sector económico. El evento, que fue boicoteado por sus asistentes –quienes se pararon a cantar contra la industria– fue calificado por el gobernador de California, Jerry Brown, como una "vergüenza". "Es como si en una convención contra el cáncer de pulmón tuviera como invitado a la industria de tabaco", dijo tras el evento el lunes pasado.
Además, el pasado miércoles los más altos mandatarios de las pequeñas islas del Pacífico se manifestaron contra la explotación de estos recursos no renovables. El embajador de las Islas Solomon, Colin Beck, dijo en un panel de alto nivel que "hay cosas que es mejor dejar bajo el suelo. Los combustibles fósiles son una de ellas". Por su parte, el presidente de Kiribati, otra minúscula isla en el Pacífico, dijo sin pelos en la lengua: "los combustibles fósiles destruirán nuestro hogar". No exagera: un aumento de más de 2ºC en las temperaturas derretiría los polos y el nivel del mar aumentaría, dejando bajo el agua a las pequeñas islas.
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